Mientras las leyes, en las que descansa el arte, son fijas y ciertas; para encontrar su realización, deben ser tocadas por la imaginación, con una belleza tal, que cada una de ellas parezca excepcional. La técnica es realmente la personalidad. Esa es la razón por la cual el artista no puede enseñarla, de que el alumno no pueda aprenderla, y de que el critico no pueda entenderla. (WILLDE)